miércoles, 16 de enero de 2019

Huellas contraculturales 1 (aquello que buscaba nuevas formas de vivir)

Por Tesa Vigal


En varias entradas sucesivas quiero dejarme llevar por sus impresiones y compartirlas, por si a alguien le sirve y, además, goza con ello. Como dijo John Lennon en el libro 'Lennon recuerda' (entrevistas de Jann Wenner para la revista Rolling Stone): "aquello fue una exploración de todas las posibilidades"

Este es uno de los puntos que distinguen a aquel movimiento. No iba contra algo y a favor de su opuesto, eso hubiera sido el típico enfrentamiento de las dos caras de la misma moneda. La contracultura quería buscar otras monedas, otros mundos. Lo desconocido por descubrir. Y aunque tenga más lecturas, aquí se me viene una frase de Joaquín Sabina: "Como fuera de casa, en ningún sitio".  

Todo auténtico cambio, y de largo alcance, viene desde dentro hacia fuera. Como dice la letra del 'revolution' de los Beatles "... antes tienes que cambiar tu mente". De esta canción hicieron dos versiones, la lenta aparece en su álbum blanco. La rápida, que incluyo aquí en una actuación en directo, está en su álbum 'Revolver'. 




Naturalmente tuvo su lado oscuro porque, como en todo tiempo y lugar, hubo en aquel movimiento gente dogmática, chiflados, encadenados a las drogas... Nada ni nadie es perfecto, es imposible que nos guste todo de alguien, o que estemos de acuerdo en bloque con una filosofía o una religión. Nada ni nadie es de una pieza. Somos fascinantes laberintos y por eso son absurdos y anti espirituales los dogmas. Por eso es peligroso deshumanizar y relacionarse con etiquetas en lugar de personas. "Todos somos personas", como dijo Simone de Beauvoir. Únicas, ni superiores ni inferiores. Frase de Henry Miller: "Si colocas a alguien por encima o por debajo de ti, te conviertes en una víctima"

De ahí la importancia de vivir nuestra vida, no cualquier otra impuesta por modas sociales o supuestos prácticos. Hace poco volví a ver la peli 'El graduado', con un inolvidable Dustin Hoffman y Anne Brancoft, y volvió a fascinarme su final tan contracultural (así que abstenerse los que no la hayan visto), esa expresión de los dos que va tomando conciencia, poco a poco, de que han hecho algo trascendental, enfrentarse a la familia y decirles adiós, y el autobús alejándose hacia no se sabe dónde. 

                                                                      
                                                                  


En otra entrada irá la letra de una de las canciones de esta peli de Mike Nichols, pero no la típica, de la señora Robinson, sino la de 'los sonidos del silencio' de letra más fascinante.









Ahora acabo con versos de Lou Reed, de su disco 'Magic and Loss': "Pasas por la arrogancia, pasas por el dolor / pasas por un pasado siempre presente / 
y es mejor no esperar que la suerte te salve / tienes que pasar por el fuego hasta la luz / ... tienes que ser muy fuerte/ porque empezarás desde cero/ una y otra vez/ y cuando se disipe el humo.../ justo en ese momento/ ese fuego maravilloso empieza otra vez"

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