lunes, 13 de agosto de 2012

¿Qué es el progreso? 'La selva esmeralda' de John Boorman


Por Tesa Vigal


A partir de una película inolvidable: ‘La selva esmeralda’, John Boorman.

O la liberación de lo secundario y lo sustitutorio. Cuando desaparecen los algodones de lo artificial con su ilusoria seguridad y uno se queda cara a cara, piel con piel con la naturaleza propia y con la externa, con el gran Misterio. Esa es la atracción que ejerce el tipo de vida "primitivo" (aquí usaré esta palabra en el sentido de primigenio, no en el sentido peyorativo).  No porque todo lo arcaico sea bueno, sino porque contiene un tesoro perdido: el contacto con el alma del mundo y todo lo que contiene, incluyéndonos a nosotros mismos. 


Todo está vivo, todo tiene su espíritu (ríos, montañas, situaciones, personas, objetos, casas…) el lado material de la vida sólo es su cara física, la más superficial y aparente y, sin embargo, la única que muchos consideran real viviendo así una existencia amputada, mezquina; tratando de sustituir, inútilmente, todo lo cercenado. El tesoro que contiene lo que la vida occidental ha olvidado, empeñada en la destructiva actitud de creer incompatibles el alma y el cuerpo, lo lógico y lo mágico, la tecnología y el espíritu, cuando son necesaria, profundamente complementarios.

No se trata de elegir sino de fundir. Puedes amar los árboles y también los conciertos, el cine y las luces de neón. Todo ello te pone en contacto con tu alma y el alma de las cosas. Se trata de vivir cada momento lo que más feliz te haga y la libertad siempre está presente en el camino con corazón, ese que es una gozada recorrer y con el que te sientes uno.  (Abajo la peli completa que he encontrado en Youtube)






Sin embargo me da la sensación de que hay malentendidos letales en la idea de progreso. Progresar debería ser lo que nos hace más libres, más felices. Pero hay en la tecnología y el consumismo (comprar lo que no necesitamos dejándonos engañar con la promesa de que nos hará felices) una trampa que encadena. Es estupendo tener un ordenador si lo necesitas para tu trabajo, para investigar, para escribirte con la gente, o hablar con ella… Es una cadena que te esclaviza si lo usas por aburrimiento, o si no paras de comprar accesorios innecesarios, sólo porque los anuncian como la última innovación y tú obedeces ciegamente la falacia del anuncio. Es maravilloso comprarte lo que necesitas, es esclavitud hacerlo por motivos tramposos de una visión del mundo mercantilista. Si no quiero para nada la oferta de un supermercado ¿qué sentido tiene comprártela sólo porque es más barato? El colmo de esa actitud sin sentido me ocurrió una vez, a la puerta de un concierto. Pasaba por la puerta y una señora me ofreció gratis la entrada que le sobraba. Cuando yo pregunté qué concierto era se sorprendió, diciéndome: “Pero si te la regalo…” y a mí me asombró que no entendiera mi pregunta. Para ella era normal aceptar algo gratis aunque no te gustara, aunque perdieras dos o tres horas preciosas de tu tiempo en algo que no tenía nada que ver contigo.

Luego están los valores prioritarios. Para unos sólo existe lo material, jamás se cuestionan su vida íntima, incluso es algo en lo que jamás piensan porque es ir a la base de sus problemas, así que para ellos la vida sólo consiste en ganar dinero para comer y pasárselo bien con distracciones pequeñas, fugaces, limitadas, finalmente olvidables, o incluso aburridas. Afortunadamente están los amantes del amor, los idealistas, los generosos, los curiosos, los inquietos, los soñadores, los indomables… Los que nunca abandonan a su niño interior, donde reside lo mejor de cada uno, la fuente de lo creativo, del juego, del corazón, de la magia. Y aquí enlazo con la vida “primitiva”. Repito, compatible con cualquier aparato que nos haga más libres, incompatible con cadenas. Las más escondidas suelen ser las interiores. Por eso el desechar los sueños, ese cuaderno de bitácora con sus mensajes inconscientes sobre nuestra alma, para quedarnos con nuestros viejos personajes. Evitar conocernos para así practicar la inútil actitud de echar culpas al mundo, o por el contrario culparnos ciegamente justificando siempre a los demás. Ambas actitudes nos impiden ser libres, además de amputar la posibilidad de comunicarnos, y son creadoras incesantes de malentendidos, confusión, cadenas. El mundo entonces se vive como una carga incomprensible, en lugar de una aventura constante de exploración y descubrimiento. Lo laberíntico del mundo molesta, en lugar de estimular y fascinar. Y en el caso más extremo todo se banaliza y la vida cada vez es más estrecha y enjaulada.


Esta película de John Boorman cuenta un caso real muy significativo, lleno de hilos que seguir, de planos que investigar. El hijo de un ingeniero brasileño (dcha foto), de unos tres o cuatro años, se pierde en el borde de la selva cuando ha ido con el resto de su familia a ver el lugar del próximo proyecto de su padre, una presa hidráulica, y aunque lo buscan durante mucho tiempo, nunca lo encuentran. En realidad lo ha recogido un grupo de indios, que lo adopta como uno más de la tribu, y a lo largo de la historia vemos lo cómodo y feliz que crece el niño occidental entre los indios amazónicos. Su padre lo sabrá al encontrarse con su hijo, muchos años después, cuando ya es un adolescente.


Lloré viendo cómo arrancaban los árboles  de la selva los "civilizados" de turno, en nombre de un supuesto progreso que no es más que una letal falacia, para construir en su lugar cualquier cosa, siempre más espantosa e inútil en comparación. Yo lloro de pena con esas cosas. Y me emociono con lágrimas de alegría ante la proximidad de lo imposible, la belleza salvaje, lo implacable y fascinante del Misterio, lo laberíntico del alma humana, la amistad, el espíritu de los árboles, la lealtad (eso que es contrario a cualquier tipo de formalismo, o de silencio acomodaticio, o de cobardía, o de pasividad). A la gente le molesta o le extraña que llore por esas cosas, pero es que me he sentido desde niña justo en el caso opuesto al que sucedió en Brasil. Me siento como un indio arrebatado de su selva, creciendo angustiada y extranjera entre hombres blancos europeos. Esto mosquea todavía más, la gente cree que nadie puede sentir así. Muchos piensan que la gente y la vida son simples y catalogables, son los que no creen en personas sino en funciones.



Alucinante la escena del viaje chamánico guiado por su espíritu animal paralelo (el mundo es un universo de infinitas correspondencias), que despierta dentro de uno al invocarle, tomando temporalmente las riendas de los sentidos y el cuerpo. Fundirse con él... Los sueños y sus mensajes, la magia de las pinturas rituales, la del grito y el sonido (ese inquietante canto-respiración de la tribu de los hombres feroces, uno de los sonidos más amenazantes y enervantes que pueden escucharse). La base de todo ello es querer ser consciente de nuestra propia vida, separando actitudes o decisiones causadas por el efecto del mundo sobre nosotros, más o menos doloroso, de aquello nuestro que siempre ha surgido espontáneamente, y por lo tanto actuar sobre ella, en lugar de soportarla ciega, pasivamente.


Las plantas sagradas se toman en momentos especiales, para tomar contacto con el lado espiritual donde residen las soluciones apropiadas a cada cual. Los sueños son respetados como otra manera de comunicarse con el lado sabio de la vida. En la tribu se cuentan los sueños y los personajes que salen en ellos llegan a ser conocidos por todos, parte de la ‘familia’ humana. Por eso el padre del niño, con el que ha soñado de vez en cuando a lo largo de su infancia, es conocido y respetado por el resto de la tribu. Y es la razón por la que no dispara la flecha de su arco (arriba foto), cuando siendo adolescente se encuentra con su padre en una cascada. De pronto le reconoce como un personaje de sus sueños y así vuelven a encontrarse después de muchos años. Sin embargo el chico sigue eligiendo su vida, con la tribu, aunque llega a visitar a su antigua ‘familia’, en otra escena en la que escala el edificio donde viven y entra por la terraza.



Es su propio padre el que toma conciencia de lo destructivo de su obra hidráulica, que destruirá selva y con ella animales y con ellos, indios y con ellos el alama del mundo. Las tribus se llaman a sí mismas con el nombre que las define. La tribu del chico son ‘los hombres invisibles’ porque con sus fascinantes pinturas se mimetizan por completo con los árboles de la selva. Y a los hombres blancos destructores de vida les llamas ‘Los termitas’. Invocando al espíritu de las ranas la tribu les incitará a croar fuertemente, porque eso invocará a su vez lluvia torrencial y la lluvia hará crecer la gran serpiente viva del río Amazonas y no existirá obra humana de ‘los termitas’ que resista su fiereza desatada.

Y las ranas cantarán... Pero entendiendo el mensaje, el ingeniero decide adelantarse al río y destruye su obra con sus propias manos, volando la presa. Liberador. Glorioso... Lo que se siente en ese momento es que ha triunfado el progreso de verdad.

martes, 26 de junio de 2012

Citas vitales para empezar de cero


Por Tesa Vigal

Empezar de cero supone cuestionar nuestra propia existencia, usar el arte para aprender a vivir, descubrir el origen de nuestra fuerza, llamarla motivación o no, actuar lo pendiente, enfrentar nuestro lado oscuro, reconocer la libertad propia y ajena, diferenciar entre lo esencial y lo prescindible, aceptar los hechos y en lugar de resignarse descubrir lo que se puede hacer con ellos...
Buceando en mis papeles he encontrado un montón de citas. Citas que guardé en su momento, por todas partes, porque me 'tocaron'. Las he agrupado por temas.

Sobre la existencia:
Neil Gaiman: “Cuando sueñas, a veces recuerdas. Cuando despiertas, siempre olvidas” (Sand Man) (abajo ilustración de su maravillosa novela ilustrada 'Sandman')
Haruki Murakami: “La realidad puede no ser verdad y la verdad puede no ser real”.
Paul Auster: “Cuando a un hombre la vida le resulta tolerable sólo si permanece en la superficie de sí mismo, es natural que se sienta satisfecho obteniendo esa misma superficialidad en los demás”.
Platón: “El tiempo es una imagen móvil de la eternidad”.
Rilke: “Son puros todos los sentimientos que le concentran y elevan; es impuro el sentimiento que sólo afecta a un lado de su naturaleza, desgarrándole”.
I Ching: “La naturaleza no contiene intenciones y por eso todo en ella es tan grande”.
William Temple: “Ninguna revelación es posible si la misma existencia no es por entero un instrumento de revelación”.
John Berger: “El heroísmo consiste en comprender que los logros pueden ser más grandes que quienes los alcanzan”. (de “un pintor de hoy”)
Henry Miller: “Si colocas a alguien por encima o por debajo de ti, te conviertes en una víctima”.
“Todo aquello a lo que cerramos los ojos, todo aquello de lo que huimos, todo lo que negamos, denigramos o despreciamos, sirve para derrotarnos al final”
Quitín Muñoz: “En una exploración lo importante es saber en qué dirección viajas, pero no lo que vas a encontrar”.
Lawrence Durrell: “La realidad siempre trata de imitar la imaginación de la cual emana” / “La verdadera inocencia no puede hacer nada vulgar” / “Vivimos visas que se basan en una selección de hechos imaginarios”.
William Blake: “Si las puertas de la percepción se purificasen, cada cosa aparecería como es, infinita”.
Buda: “Incluso del apego al nirvana hay que liberarse” / “Cuando no tengas nada que decir, guarda el noble silencio” / “Mente clara, corazón tierno” / “A un loco se le conoce por sus actos y a los demás también”.
Pauli (premio nobel física 1945): “Las coincidencias son las huellas visibles de principios desconocidos”.
San Agustín: Ninguna naturaleza es mala y este nombre no indica otra cosa que la privación del bien. Por lo tanto todas las cosas son buenas y el mal no es sustancia, porque si lo fuera sería bien”.




Lao Tsé: “Aquel que prefiriendo la luz prefiere también la oscuridad, es continuamente, sin fin, la morada de la creación”.
Lou Reed: fragmento de ‘Magia y pérdida’, 'Magic and loss': “Cuando pasas por el fuego pasas por la humillación / pasas por una mole de dudas / cuando pasas por la humillación te puede cegar la luz / hay gente que nunca se da cuenta de eso / Pasas por la arrogancia, pasas por el dolor / pasas por un pasado siempre presente / y es mejor no esperar que la suerte te salve / tienes que pasar a través del fuego hasta la luz / cuando pasas por el fuego agitas la mano derecha / hay cosas que tienes que tirar / ese terror caustico en tu cabeza / no te ayudará nunca a salir / tienes que ser muy fuerte / porque empezarás desde cero / una y otra vez / y cuando se disipe el humo… / justo en ese momento / ese fuego maravilloso empieza otra vez”.
Gilbert Sinoué: “El sueño es la lógica, la razón de uno sólo, la realidad es la locura de todos”.
Castaneda: “Un acto libre de expectativas intrusas, temores al rechazo, ilusiones de éxito. Libre del culto del yo; todo lo que hacía tenía que ser al momento un acto de magia en que me abría libremente a los impulsos del infinito”.
Lorca: “La vida es una tragedia para los que sienten y una comedia para los que

piensan”.
Múñoz Molina: “Porque habían nacido para fugitivos amaron siempre las películas, la música, las ciudades extranjeras” (“El invierno en Lisboa”)
Aldous Huxley: “la experiencia no es lo que le suceda a alguien sino lo que alguien hace con lo que le sucede”
Gandhi: “Ojo por ojo y el mundo acabará ciego”
Marcel Prévost: “Nuestro corazón tiene la edad de aquello que ama”
Saint-Exupéry: “En la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearlas y las soluciones vienen”.
Hermann Hesse: “El conocimiento se puede comunicar, la sabiduría no”.
Fitzgerald: “Crecer es una cosa terriblemente difícil de hacer. Es mucho mejor omitirlo e ir de una infancia a otra” / De ‘Suave es la noche’: “… los sentimentalismos de la niñez, tan deliberados como la borrachera de un hombre después de la batalla” / “las cosas deben ser de la gente que las sabe apreciar” / “… devolver a todos a su verdadero ser, borroso tras los compromisos de no se sabe cuántos años”/
“los buenos modales equivalen a reconocer que todo el mundo es tan delicado que se le tiene que tratar con guante blanco. Pero el respeto a los demás es otra cosa. A un hombre no se le puede llamar cobarde o mentiroso a la ligera, pero si uno se pasa la vida tratando de no herir los sentimientos de los demás y alimentando su vanidad, acaba por no saber qué es lo que debe respetar en ellos”.
Han Yu: “Quien se siente en el fondo de un pozo para contemplar el cielo lo encontrará pequeño”
Proverbio inglés: “Los señores hablan de cosas, los criados de personas”
Longfellow: “Si tuviéramos acceso a la biografía secreta de nuestros enemigos y comprender la tristeza y sufrimiento que encierran, toda nuestra hostilidad hacia ellos se desvanecería”.
Jung: “Uno no se ilumina imaginando seres de luz, sino tomando consciencia de nuestra oscuridad” / “Lo que no se hace consciente, o rechazamos de nosotros mismos, se manifiesta en nuestras vidas como destino”.
Y dos fragmentos de letras de canciones:
The Beatles: “Dices que quieres una revolución / Bien, sabes/ todos deseamos cambiar el mundo / … / Pero cuando hablas de destrucción / no puedes contar conmigo / … / Sabes que todo estará bien / … / Dices que tienes una solución verdadera / Bien, sabes / a todos nos gustaría ver el plan / Me pides una contribución / todos hacemos lo que podemos / Si deseas dinero para gente que odia / todo lo que te diré es que tendrás que esperar / Dices que cambiarás la constitución / bien, sabes / a todos nos encantaría cambiar tu cabeza / Me dices que es la institución / Bien, sabes / mejor libera tu mente / 
Aquí va el vídeo de 'Revolution', la versión rápida, la lenta aparece en el 'Album blanco'.


http://youtu.be/9J0X__Z81EA

Pink Floid (de ‘La cara oculta de la luna’): “Viendo pasar los momentos / que componen un día monótono / Desperdicias y consumes las horas / de un modo indecoroso / Vagando de aquí para allá / por alguna parte de tu ciudad / A la espera de que alguien o algo / te muestre el camino. / Cansado de tumbarte bajo el sol y quedarte / en casa mirando la lluvia / Eres joven y la vida es larga y / hoy hay tiempo que matar /


Y luego te das cuenta un día de / que tienes diez años más tras de ti / Nadie te dijo cuando correr, / llagaste tarde al disparo de salida. / Y tú corres y corres para alcanzar al sol, / pero él se está poniendo / Y girando velozmente para de nuevo / elevarse por detrás de ti / El sol es el mismo de modo relativo, / pero tú eres más viejo / Tu respiración es más corta y estás un día / más cerca de la muerte. / Cada año se hace más corto, / nunca pareces encontrar tiempo / Planes que se quedan en nada o en media página de líneas garabateadas / Esperando en silenciosa desesperación / a la manera inglesa / El tiempo se ha acabado, / la canción se ha terminado, / pensaba que diría algo más”.
Sobre el amor: Jung: “Donde hay amor no existe el deseo de poder y donde predomina el poder el amor brilla por su ausencia. Uno es la sombra de otro”.
Fitzgerald: “A diferencia de los amantes no tenían pasado; a diferencia de los matrimonios, no tenían futuro”.
Jalil Gibrán: “El amor sacude nuestras raíces” / “Pero dejad que se abran espacios en vuestros pensamientos hasta que los vientos del cielo dancen entre vosotros” / “amaos mutuamente pero no hagáis del amor una obligación” / “que cada uno llene la copa del otro, pero no bebáis de una sola copa” / “Cantad y danzad juntos y siempre estaréis alegres, pero que cada uno de vosotros sea él mismo” / “Dad todo vuestro corazón al amado, pero con cuidado, que esta ofrenda no sea la causa del sometimiento del uno al otro” / “Porque las columnas del templo fueron dispuestas por separado y ni el ciprés se cobija bajo la sombra del roble, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés” / “Pues un amigo está para saciar nuestros anhelos, no nuestro vacío”.
Lou Reed: “Amores legendarios me persiguen en sueños”.
Leonard Cohen: “Conquístame o piérdeme/para eso sirve la oscuridad” (de “Dama de medianoche”)- De “So long Marianne”: “Pero ahora estoy frío como una hoja de afeitar nueva/ y necesito tu amor oculto”.
Sobre el arte:
Eric Rohmer: “La noción de lo natural es absolutamente relativa y la verdad de un gesto encuentra su fundamento no en la imitación sino en su belleza intrínseca y en la riqueza de significaciones de la que es portador”

Gonzalo Suárez: “Prefiero una mentira verdadera a una verdad de mentira”
Pedro Almodóvar: “El auténtico provocador lo es involuntariamente”.
Viejo dicho irlandés: “Y por la luz que brilla en ella esta historia es cierta”. 

Borges: “Cuando Sherezade se pone a contar textualmente la historia de las 1001 noches, con riesgo de llegar otra vez a la noche en que la refiere, y así hasta el infinito”.
Hoffman: “El arte es el presentimiento de lo infinito”.
Heidegger: “Pero lo que permanece lo fundan los poetas”.
Henry Miller: La poesía no sólo no desvirtúa la realidad, sino que habla de su esencia” (a propósito de aquellos que piensan que la poesía distorsiona la realidad haciéndola más bonita, o es sinónimo de cursi, cuando es justo lo contrario). / “El lenguaje del poeta corre paralelo a la voz interna cuando ésta se acerca a la infinitud del espíritu. Mediante este registro interior el hombre sin lenguaje o cultura está en comunicación con el poeta. No se trata de una cuestión de educación verbal sino de desarrollo espiritual”. (de “El tiempo de los asesinos”).
Allan Poe: “La poesía no es un propósito sino una pasión… El escritor es un artista, no un predicador”.
Truman Capote: “Entre la gente que escribe están los escritores y están los artistas”.
Robert Graves: “Todo verdadero poema está escrito en quinta dimensión”.
Colin Wilson: “El poeta empieza a escuchar las voces del silencio, a percibir que el mundo está cargado de significados que habitualmente no ve”.
Faulkner: “Una novela es la vida secreta de un escritor, el oscuro hermano gemelo de un hombre”.
























lunes, 11 de junio de 2012

Maneras de vivir


Por Tesa Vigal

Maneras de vivir, (que diría Rosendo) surgiendo de las diferentes respuestas a un montón de preguntas. 

-¿Para qué se empeñan algunos en comprar cosas innecesarias? (consumismo)
-¿Por qué evitamos discernir entre lo que necesitamos de verdad y lo que nos hacen creer que es deseable?
En este apartado entran un montón de cosas que acaban esclavizándonos. Desde 'juguetitos' tecnológicos con toda la pinta de ser algo sustitutorio, cuando no directamente adictivo, hasta productos para matar ácaros, por ejemplo, vendiéndonos una limpieza aséptica con vocación delirante. Una limpieza artificiosa y surrealista, que lo único que consigue es convertirnos en flores de estufa, carne de alergias a la propia naturaleza  y pulverizando nuestras defensas naturales a bacterias inocuas. Convertir lo sensato y necesario de limpiarnos nosotros y nuestra casa en algo forzado y extremo, dañino en último término para nuestra propia salud, sólo para vender productos innecesarios (una vez más).

También convencernos de la 'sensatez' de pedir préstamos a bancos para ser propietarios de una casa. Tener una casa propia está muy bien, sería estupendo aunque no imprescindible, siempre que podamos pagarla sin endeudar nuestra vida, hipotecando nuestra libertad en un banco. Cuando la gente hablaba de lo 'racional' de hacerlo, en estos años pasados de fiebre crediticia, lo hacía con argumentos mercantilistas que dejaban de lado la libertad personal, eso que sí que es valioso, tanto que no tiene precio. Pero, claro, la visión mercantilista de la vida se basa precisamente en eso, en confundir precio con valor. De ahí que abunden los cínicos, esos que definía tan exactamente Oscar Wilde: "Cínico es aquel que conoce el precio de todo y el valor de nada".

El extremo de esa visión se plasmaba en la opinión de muchos al confundir independencia con la propiedad de una casa. Existe algo llamado alquiler (por cierto algo absolutamente generalizado en otros países europeos que sí que valoran la independencia), otra llamada casas compartidas que no sólo es recomendable y sensato, sino enriquecedor para cualquier joven que se marche de casa de su familia para tener la suya propia. Ahí está otra de las confusiones perversas. Se llegó a hacer creer que la palabra 'propia' era sinónimo de legalidad mercantil.
En fin, supongo que lo principal sería comprar sólo lo que uno puede pagar y disfrutar de lo que se tiene, y no me refiero sólo a cuestiones materiales, que es por donde han ido los tiros en estos últimos tiempos.
-¿A dónde conduce la publicidad de una extrema salud si, como todas las obsesiones, el resultado es robarle sitio a la vida? No sé si me explico, me refiero a alguien que no tiene vida para vivir pero, eso sí, está 'sanísimo'.  De nuevo aparece una sustitución de lo espiritual por lo físico.
Toda tecnología es neutral. Depende de cómo se use.

-¿Por qué mucha gente en una fiesta en lugar de conocer a las personas de alrededor, o charlar con sus amigos, se dedica a mirar las pantallistas de móviles, tabletas y demás zarandajas? ¿No habíamos quedado en que una de sus utilidades era aumentar la comunicación? ¿Cómo es que muchos usan esa tecnología justo para lo contrario?
-¿De qué nos sirve el miedo a los cambios y a lo desconocido? Para que nos devore la comodidad de la rutina. Para impedirnos conocer, explorar, volar. Para aferrarnos a etiquetas que nos limiten. Para convertir nuestra vida en una sucesión interminable de un mismo día repetido hasta nuestra muerte. En esto, como en todo, supongo que hay que discernir en cada momento y dejar su lugar a lo sensato y lo práctico, pero sin que se convierta en miedo. Está muy bien trabajar en algo con futuro siempre que ese futuro sea de verdad nuestro. O vivir toda la vida en el lugar de nacimiento si eso es lo que nos hace felices. O identificarnos con una ocupación, siempre que sea la que nos hace sentirnos bien. O seguir tratando de trabajar en lo que nos gusta, si mientras tanto aceptamos cualquier otra labor que nos brinde la oportunidad de ganarnos la vida. Siempre que no acabemos confundiendo que se trabaja para vivir y no al revés. Todos hemos caído alguna vez en estas trampas. Somos humanos, pero también como humanos tenemos la capacidad de pensar, de sentir, de elegir, de empezar, de negar, aunque en ocasiones el miedo atenace y paralice. Ese es el efecto del miedo. Y aunque pueda dominarnos, también es posible actúar a pesar de él, o con él. 

Estas líneas que escribo son una invocación de libertad, un intento de romper cárceles internas o circunstanciales. Un deseo de ayuda y ánimo, empezando por mí misma. No sé si sirven para algo, pero así me han salido. Todos somos tan pequeños y al mismo tiempo tan enormes... Ambas cosas dan vértigo. Aunque creo que de eso se trata. De ser conscientes, sobre todo en las situaciones más desesperadas, de que la vida incluyendo la nuestra, es mucho más infinita de lo que imaginamos. 

Acabo con dos citas para animarme-animarnos. Una es de Fitzgerald (ese escritor hermoso y maldito): "Si te niegas a pensar, otros tienen que pensar por ti y les cedes el poder, dejas que perviertan y reglamenten tus inclinaciones naturales, que te civilicen y te esterilicen”.
Y otra de Castaneda (ese escritor que nos devolvió a mediados del siglo XX la sabiduría india): "Para un hombre que ha perdido su alma todo lo que le sucede es una bendición o una maldición, para un hombre de conocimiento todo es un desafío".  

miércoles, 18 de abril de 2012

'Shame', sobre la incomunicación y otras verguenzas


Por Tesa Vigal

Supongo que a muy pocos les dejará indiferentes esta película, que rezuma sentimiento, emoción y sensación a partes iguales. Pero, precisamente por ello, algunos la detestarán y otros se sentirán vapuleados para bien y para mal por su sincera exploración de la incomunicación y la forma personal de defenderse ante ella. En esta historia la defensa es una adicción. Al sexo; podría ser cualquier otro enganche. El caso es entregarse compulsivamente a algo que sustituya a lo que se necesita y no se tiene. 
El efecto en el protagonista de esta historia (impresionante interpretación del actor revelación de este año Michael Fassbender) es una enorme vergüenza por él mismo (de ahí el título de la película), por su incapacidad emotiva, por su atormentado aislamiento aunque no deje de follar con prostitutas, o de hacerse pajas dolorosas en internet.

Pero lo que más me conmovió de sus luchas interiores no es que, como suele suceder, de tanto miedo el contacto emotivo con alguien que te atrae que resulte imposible el acercamiento sexual con esa persona, sino que la prisión es otra defensa inconsciente mucho más temible y 'perfecta'. Para que no exista el riesgo de una relación de persona a persona nadie te atrae realmente, a nadie deseas de verdad. A no ser alguien que lo haga por dinero, sin desearte a ti, sin que exista ninguna comunicación con ella aparte del mero follar. Aún así, es conmovedora la frase que les dirige a las putas mientras se visten, como si hiciera un último intento sabiéndose a salvo. Les pregunta si quieren tomarse una copa y ellas, justo antes de irse, le miran como diciendo '¿y eso a qué viene ahora?', y la puerta se cierra tras ellas dejándole solo con él mismo. 

Esta impresión personal la saqué de varias escenas de la película. Aquellas en las que una persona, compañera del trabajo, se acerca al protagonista, quedan para cenar, incluso se van a la cama, pero claro, aparece la impotencia, la ausencia de deseo. Y su manera de quedarse solo, sentado con la cabeza apoyada en el frío cristal de un precioso ventanal sobre el mar, mientras una pierna se le mueve nerviosamente, como la única reacción de su soledad más honda y vulnerable. Lo intenta, sabe lo que le pasa, lo que necesitaría, pero de nada le vale ser consciente de su problema. ¿Y qué se hace cuando el primer escalón necesario para solucionar un problema, ser consciente de él, no es suficiente?

Película llena de hilos, algunos evidentes, otros sutiles o indirectos pero que completan el panorama sin salida aparente, de esa persona que sufre de manera desolada, cuando no se ve la salida y todo es pura vulnerabilidad y maldita fragilidad. Como la evidente de su hermana. Personaje que aparece en su vida, invadiéndola en busca de cariño, pero a diferencia de su hermano, ella lo hace de manera clara y patética. Como en la triste escena en que canta la famosa canción de Frank Sinatra 'New York, New York' y vemos el contraste entre la letra animosa y llena de empuje y su manera de cantarla, apenas un murmullo frágil a punto de romperse. Sentimos que esa letra jamás ha sido para ella y aún así la canta con asumida melancolía. Y una lágrima se desliza por la cara de su follador hermano, que no puede ayudarla porque es aún más frágil que ella y encima no sabe expresarlo fuera.

Hay entre ellos un pasado en común doloroso, que no se sabe cuál ha sido y tampoco importa. Puede que con su familia, o quizás entre ellos mismos relacionados amorosamente y sin haberlo digerido bien. El caso es que el dolor del pasado les une y les separa porque su actitud presente es distinta aunque igual de ineficaz.
Asombrosa escena, una de las últimas de la historia, cuando él está follando con dos fulanas y su cara y su gesto es de tal dolor que todo se nubla, los límites se rebelan, la oscuridad invade la luz y la luz invade la oscuridad. Y en lugar de una escena de sexo, vemos, sentimos, primeros planos de piel sudorosa y gastada, ojos húmedos de mirada implorante, manos crispadas, luz confusa, desolación.

El ser consciente de sus límites y sus luchas le lleva a todo tipo de reacciones con aire desesperado. Como cuando entra en un bar y poco después vemos que por un lado ha querido, para variar, comunicarse, a su torpe y sincera manera, con una chica que se acerca a la barra para buscar una cerveza y por otro ha conseguido ser castigado, pegado por el novio de la chica al oírle confesar, entre tímido y desafiante, lo que le ha estado proponiendo. 










Cada luz, cada mirada, cada imagen (ese uso puntual de las espaldas de los personajes), todo rezuma significado y te deja tratando de respirar hondo, removida más dentro de lo deseable y sin embargo, agradecida por tanta honestidad y tanta alma.   

sábado, 10 de marzo de 2012

Erotismo es, justamente, lo que le falta a la pornografía


Por Tesa Vigal

Sólo el camino lleva a la meta. En la pornografía no hay camino y por tanto falta el clímax. Aparece únicamente el desenlace a modo de estornudo biológico :-). Aunque claro, hay gente para todo. Los hay que sólo gustan de lo elemental y me parece estupendo siempre que disfruten, pero a mí me sabe a poco.

En fin, esta entrada se me ha ocurrido a raíz de una interesante conversación sobre sexo que acabó incluyendo recuerdos de películas inolvidables de alta carga erótica (las fotos que aparecen, aunque no están todas las que son) y libros y autores muy especiales, aunque muy diferentes entre sí, incluso algunos con temática aparentemente opuesta al erotismo como por ejemplo ciertos místicos memorables, puro fuego, como San Juan de la Cruz: "¿A dónde te escondiste, / Amado, y me dejaste con gemido?/ (...) la música callada,/ la soledad sonora,/ la cena que recrea y enamora...".
 (Izda fotos de 'Henry y June' basada en los diarios de Anaïs Nin donde cuenta su relación amorosa con el escritor Henry Miller y su mujer June)
Y del poeta del siglo XVI paso a un irlandés del siglo XX, Sheridan Le Fanu, con su novela corta 'Carmilla' , de tema vampírico (y preludio poco conocido del 'Drácula' de Stocker) :

"El estado en que me hallaba era una mezcla de tristeza y dulzura. Fuera lo que fuese, mi alma lo aceptaba(...) A veces sentía el roce de una mano que me acariciaba las mejillas; otras, la presión de unos labios ardientes que me besaban, más apasionadamente a medida que los besos descendían hasta mi garganta".


Citas rezumando atmosferaza sensual. La clave es la atmósfera, lo que desborda de contenido escurridizo, agudo, desbordante, laberíntico. Y de ahí el 'camino erótico', parándose y paladeando cada sensación, cada matiz, cada roce, cada sugerencia, cada encrucijada en la piel y la emoción.
Curiosamente, el sexo vivido en el plano biológico más elemental es el preconizado también por las religiones, por el puritanismo en el que nadan, considerando el sexo como puramente reproductivo, como si sólo (recalco el sólo) fuésemos animalitos y por tanto con un único fin reproductor, borrando y rechazando el placer, el encuentro, el sentido propio del erotismo que enlaza con el lado más misterioso y profundo del ser humano, la conexión más íntima con otra persona o con nosotros mismos, dure lo que dure. 
Supongo que el motivo que tienen las religiones de rechazar lo más íntimo de una persona, puede deberse al miedo ante lo desconocido, lo infinito, lo laberíntico, en suma lo descontrolado. Y su afán dogmático es controlar, por lo que lo arrojan con recelo, o con auténtico rechazo. Incluso, denigrándolo, perversamente, hablando de 'bajas pasiones', curiosa expresión que siempre me dejó perpleja, aunque puede que se refiera a su manera limitada, reproductiva, 'sucia' de sentir el sexo. En fin, un poco patético sí que lo es.
Sobre todo porque lo desconocido y profundo del ser humano es por ello peligroso, cierto, y misterioso, pero eso no implica el retraerse de ello sino al contrario,  explorarlo. 

Por esa rendija se escapan, inocentemente, los místicos, revelando lo erótico como creativo y espiritual, y/o a la inversa.

Por la misma visión sexual biológica, las religiones y algunas personas, rechazan la conexión sexual de persona a persona más allá del género y de ahí su horror ante la homosexualidad. La complejidad laberíntica del tema les echa para atrás porque surge de la libertad emocional, del respeto por los sentimientos propios y ajenos. En suma rechazan el alma humana, lo espiritual que en teoría tendrían que 'defender'. 
Izquierda arriba la memorable versión de 'El cartero siempre llama dos veces' con la inmensa Jessica Lange y un insólito Jack Nicolson. Derecha arriba 'Match Point' de Woody Allen, abajo 'Habitación en Roma' de Medem, más abajo a la izquierda la inolvidable mirada de Lauren Bacall y la peliculaza -insólita, honda, desoladora- 'Lo importante es amar' con la eterna Romy Schenider)

  
  

jueves, 19 de enero de 2012

Indios: todo está vivo aunque muchos rostros pálidos lo hayan olvidado


Por Tesa Vigal

Hace mucho tiempo, al principio de nuestra época pagana, los occidentales también sabíamos y sentíamos que la tierra y  todo lo que contiene está vivo. Árboles, ríos, montañas, lagos y lugares tienen alma, espíritus que los animan con un poder único y sabio que sólo revela su magia si nos conectamos con ellos.

Para eso es necesario estar abiertos, sentir ese lugar, dejar que se nos meta en la piel y escuchar y ver. Justo lo contrario que hacen ciertos rostros pálidos amantes de la vida sana, que utilizan el campo para respirar aire puro y hacer deporte en forma de marchas calculadas de un sitio hasta otro por narices. Lo mismo les daría practicar en el gimnasio y respirar una botella de oxígeno. No se va al campo para eso. No se trata de aire puro, a veces me pregunto para qué querrán tanta salud si no tienen una vida que vivir. Incluso, dentro de esa espiral absurda que trata de demonizar todo lo que huela a malas costumbres físicas, se pretende que el fumar contamina el aire olvidando que son los tiránicos coches devoradores, las centrales térmicas y las industrias las únicas culpables.

Actitudes reveladoras de una visión que reduce la vida a términos exclusivamente físicos y económicos.

La palabra  "wakan", es una palabra sioux que significa "sagrado" y sagrado para los indios es todo lo que es, refleja la propia esencia. De lo que sea, de quien sea. Dados los tiempos que vivimos supongo que esa visión de la vida es inusual, casi diría revolucionaria.
Añadían que por esa razón un animal, un árbol, una montaña son wakan y hay pocos hombres wakan.

"La pipa sagrada", es un libro descatalogado que recomiendo buscar en una biblioteca o leerlo en internet. El autor es Alce Negro, un guerrero-chamán sioux que cuenta los siete ritos sagrados mantenidos en secreto hasta aquel momento (años sesenta del siglo XX) en que se los dicta al periodista que le visita en su reserva de Dakota. También recomiendo "Los últimos sioux" del mismo autor en el que refleja la vida cotidiana de la tribu en la infancia y adolescencia de Alce Negro (en la primera foto del texto, arriba).

El rito del Calumet, la pipa sagrada que da título al libro, lo es porque el humo es un enlace entre cielo y tierra, de ahí que las hogueras sean purificadoras y formen parte de los ritos del solsticio de verano aún hoy en diversas partes de Occidente (en España recomiendo la fiesta de las hogueras de San Juan de junio en La Coruña, en la playa, dado que las más conocidas son las del litoral mediterráneo). Todo se basa en la actitud interior. Rezar es lanzar sentimientos al cielo, a los dioses, al Gran Espíritu dirían los indios.
De la misma manera que ante una persona podemos simplemente mirar la forma de su nariz, o tratar de captar.  su alma. Actitud que conecta o no.

Personalmente me impresiona el rito de Invocación de una visión. Quien necesite una respuesta a un estado de confusión o desolación interior primero se purifica en la cabaña del Inipi (dónde una vez más se purifica con el humo de las piedras calentadas a altísimas temperaturas en el centro de la cabaña cerrada) y luego sube en soledad a una montaña y allí se queda atento a cada cosa que sucede, a cada sensación y pensamiento hasta recibir una respuesta. Pues desde el momento en que la disposición es la búsqueda de una respuesta cada cosa es una señal. Y sólo entonces.

Una visión de la vida en torno a su sentido. Cada cual...

Naturalmente hablo de la antigua visión india, de la que poco queda "gracias" a la defenestración del hombre blanco. Y tampoco les reverencio, seguro que hay cosas y aspectos con los que no estoy de acuerdo. Creo que esa actitud que rechaza o reverencia en bloque una filosofía, una religión, una persona... sólo conduce a malentendidos y cadenas.

Lo que me conmueve de ellos, aparte de lo ya dicho, es la grandeza de alma revelada en frases como: "la venganza ata al enemigo y a ti con él". "El poder de una cosa, o de un acto reside en la comprensión de su sentido". "La comprensión debe venir del corazón, no sólo de la cabeza".

Y la tierra no es propiedad de nadie, cosa risible aunque la compren, somos parte de ella y en ella estamos de paso inmersos en el misterio de la vida. No hay que aferrarse a nada ni a nadie. Aunque vivamos toda la vida en el mismo lugar somos nómadas. En la caza se pide perdón al espíritu del animal recordándole que un día el cazador será, a su vez, alimento de la tierra y sus animales. Sólo se caza lo necesario, pues lo acaparador sería aferrarse y no vivir en el presente. Y al comer un animal o una planta uno se funde humildemente con ellos. Sol y luna fundidos en el interior de cada persona, lo masculino y femenino en todos y cada uno. Integridad y fuerza, sensibilidad y acción, intuición y sobriedad.

El tambor del universo y su ritmo regular con el poder de viajar a través de él hacia dentro y hacia fuera.

En lo años 90 surgió un grupo indio llamado Sacred Spirit que lanzó un disco con cantos sagrados a los que habían añadido una música fundida con la antigua. El resultado es sorprendente y en ciertas piezas sobrecogedor. Si se escucha (aquí inserto una de ellas en un vídeo) recomiendo hacerlo en momentos especiales, las sensaciones suelen ser... 


Y como guiño occidental curioso, incluyo el vídeo de una canción famosa a principios de los sesenta o finales de los cincuenta. Es insólita porque en aquel tiempo aún no se estaba revalorando a los indios, como poco después hizo el movimiento hippy contracultural. El grupo se llamaba The shadows (significativo, las sombras, eso es lo que eran en aquel momento cultural) y la canción quiere retomar el aire rítmico de los tambores indios mezclado con las primeras guitarras eléctricas. Se llama Apache.